LA KERMESSE REDONDA EN EL TEATRO DE FLORES: Una fiesta en el borde del abismo
Las chicas llegan de la mano por primera vez para ver de qué se trata esto. Mientras un grupo de cuarentones extienden la previa en la esquina a fuerza de risotadas y birras en lata. Es fin de año y no cualquiera. Un año que nos castigó por todos lados. Por eso el ánimo de descarga, fiesta y manifestación se percibe en el aire.
Ya adentro, minutos antes de las 21, la Kermesse Redonda arranca la fiesta con “Nuestro Amo juega al esclavo” como toda una declaración de principios, de esa necesidad de disfrute, pero tambien de recordar que aquí estamos, y que sabemos muy bien que cosas estan pasando: a pura muerte y a todo gramo.
Mientras, en el escenario, la banda nos hace recordar la esencia del sonido que alguna vez nos enamoró. Y abajo una multitud que explotó por tercer día consecutivo el teatro Flores baila empapada. Los más grandes comentan sorprendidos sobre lo pacifico del ambiente. El pogo es exigente pero ya no hay ganas de pudrirla, para momentos de mierda ya esta el afuera que no da descanso. Los amigos se encuentran y las parejitas encuentran su momento con “El Blues de la libertad”. Todo sucede al compás de un repertorio que visitó principalmente las primeras épocas, pero que esta vez no se privó de algunos de los clásicos más experimentales como “Una piba con remera de Greenpeace” o “El capitán Buscapina”.
El show, que se extendió por algo más de dos horas, contó con la columna vertebral de los Redondos con guitarra, bajo y saxo, agregándosele la batería de Hernán Aramberri, integrante de ricotero en los últimos años y tambien de las primeras formaciones que acompañaron al Indio en su proyecto solista.
El gran interrogante de las voces estuvo a cargo principalmente de Jorge Cabrera, el cantante estable, pero con las colaboraciones del Chino Laborde y Leti Lee. Sumándose esta vez la participación especial de Walter Meza de Horcas, para temas como “Preso en mi ciudad” y la icónica “Vencedores Vencidos”.
La tercera parte y final del show contó con un gran despliegue de vientos con tres saxos a la vez. De allí, además del ya infaltable cierre con “Ya nadie va a escuchar a tu remera” y “JiJiJi”, hay que destacar la soberbia versión de “Criminal mambo” con una performance vocal de Leti Lee que nos dejó a todos caminando al borde del abismo con los oídos sangrando de emoción.
“Rescatemos esa inocencia que se creó acá hoy” dice Dawi hacia el final del show, sin embargo, remata “pero hagámosle saber que no comemos vidrio. Que sabemos de todas las cosas que se estan haciendo mierda. Demostrémosles que no nos vamos a olvidar”.
Que asi sea.