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Razú explicó cómo la sensación de estabilidad cambiaria puede funcionar como un alivio momentáneo que incide en la percepción social de la economía y, en consecuencia, en las decisiones políticas. “La estabilidad, aunque sea frágil, genera una sensación de respiro”, señaló durante la charla con el equipo del programa.

“La estabilidad, aunque sea frágil, genera una sensación de respiro”

La economista también abordó temas estructurales como los ingresos reales, la inflación y el endeudamiento de las familias, y reflexionó sobre los desafíos que enfrenta el campo nacional y popular para reconstruir una alternativa sólida frente a los ajustes y la baja participación ciudadana.

Además, advirtió sobre el rol de Estados Unidos y las tensiones internacionales que condicionan las políticas económicas locales, en un contexto donde la estabilidad cambiaria puede resultar más una estrategia electoral que una política sostenida.

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